Decoración con equilibrio

17.02.2023

El equilibrio de un espacio se consigue a través de los tonos..
Combinar tonos cálidos y fríos es, en parte, lo que hace que una estancia se sienta llena de carácter..

Un buen diseño está representado por el equilibrio que aportamos al espacio y lo elegimos a través de pintura, materiales, texturas y complementos textiles como ropa de cama, cojines, mantas, manteles o toallas.. prestar atención a los colores y tonos de cada pieza marcará la diferencia en el resultado final.

Elegir un color neutro como base nos supone un lienzo en blanco para empezar a decorar y poder centrarnos luego en los acabados, en buscar contrastes y agregar dimensión, como por ejemplo, incorporar mobiliario como sillas o butacas de cuero marrón a un salón en blanco y negro.. hará que pasemos de una estancia fría a una cálida al instante.

Cómo encontrar el equilibrio

Podemos empezar por elegir suelos, techos y puertas junto a los elementos divisorios.. y si estos elementos ya los tenemos seguiremos seleccionando muebles, piezas de decoración e iluminación para que, una vez estructurado podamos evaluar si nos hemos decantado por tonos frios o cálidos.. este será nuestro punto de partida.

Para mí la estancia central de una vivienda es la cocina y por ser el alma de un hogar merece una atención especial a la hora de elegir materiales y colores.. si está abierta al salón o al comedor puede marcar el diseño general de la vivienda y además da mucho juego gracias a que podemos jugar con todos sus elementos de decoración tanto de la isla central como de la encimera o de las estanterías si las tiene.. y este puede ser el siguiente punto para encontrar el deseado equilibrio..

Los tonos cálidos como los rojos, naranjas, marrones, amarillos, dorados, beige y blancos crema son estimulantes y hacen que un espacio se sienta acogedor.

Los tonos fríos como azules, verdes, morados, grises, plateados y blancos grisáceos son relajantes y generan un efecto limpio, sobrio y moderno.
Abusar de ambos tonos no es recomendable ya que con exceso de cálidos crearíamos una sensación de ambiente cerrado y con redundancia de tonos fríos formaríamos un diseño inexpresivo y rígido.
Los blancos se consideran cálidos o fríos dependiendo de su matiz. El negro, en cambio, es ideal para aportar el equilibrio buscado a cualquier espacio ya que no se decanta hacia ningún extremo..

Mi equilibrio se basa en paredes con molduras pintadas de blanco, techos con vigas de madera, mobiliario en madera natural con toques de cuero marrón y decoración que contraste en tonos oscuros como cuadros gigantes, jarrones y lámparas de cerámica envejecida y textiles agradables..

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